En 2025, la inflación vuelve a ser un asunto central en España. Conocer sus causas y efectos es esencial para tomar decisiones financieras inteligentes y proteger tus ahorros.
La inflación interanual superior al 2% refleja un aumento sostenido de precios en bienes y servicios. Cuando los ingresos no crecen al mismo ritmo, se produce una pérdida del poder adquisitivo que reduce la capacidad de compra de los hogares.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) es el indicador oficial utilizado por el INE para medir esta evolución y valorar el coste de vida en España.
Según el INE, la inflación interanual en septiembre de 2025 alcanzó el 3%, mientras que el Banco de España sitúa la previsión media anual en el 2,4%. En la Eurozona y la UE, las tasas rondan el 2,2% y el 2,6%, respectivamente.
En 2024, el IPC español fue del 2,8%. Un 60% de los consumidores afirma haber notado una significativa pérdida de poder de compra este año, especialmente en alimentación, energía y vivienda.
Cada punto de inflación sin un incremento salarial equivalente resta capacidad de compra. Un 76% de los encuestados nota el impacto en la cesta de la compra, mientras que un 66% lo sufre en la factura energética, un 50% en vivienda y un 45% en viajes y ocio.
Esto se traduce en ajustes en el presupuesto familiar: reducción de gastos no esenciales y búsqueda de ofertas para compensar el encarecimiento continuo.
Si guardas 10.000 € sin obtener una rentabilidad que iguale la inflación, tu dinero pierde valor real con el tiempo. El siguiente cuadro lo ilustra:
La sensación de pérdida de poder de compra es generalizada. Los mayores de 65 años sienten especialmente el alza en alimentación (91%) y energía (73%), mientras que los jóvenes destacan la dificultad para acceder a la vivienda (54%) y los costes del transporte (34%).
En 2025, los salarios pactados subieron de media un 3,35% hasta abril, ganando 1,15 puntos respecto al IPC interanual. Sin embargo, solo el 37% de los convenios incluye cláusulas de garantía salarial para empleados.
El mecanismo de revalorización de pensiones busca compensar el encarecimiento y evitar la erosión de la renta de los jubilados.
Proteger el valor de tus ahorros requiere diversificar las inversiones en activos resistentes y contar con orientación profesional.
Se espera cierta estabilización del IPC en 2025, aunque persisten riesgos por variaciones en los precios de materias primas. De cara a 2026, la moderación podría beneficiar a quienes planifiquen con antelación y ajusten sus finanzas según la evolución económica.
Gobierno y empresas pueden actuar para mitigar el impacto de la inflación, pero también es clave tu participación activa.
Entender la comparaciones año contra año para ilustrar el efecto acumulativo de la inflación te ayudará a tomar decisiones acertadas. Mantén una mentalidad proactiva, ajusta tu presupuesto y consulta con expertos para blindar tu patrimonio.
Con planificación y acción, es posible no solo resistir la subida de precios, sino salir fortalecido y mantener la calidad de vida que mereces.
Referencias